Días de comunión.

En el internado de pequeño, tenia un gran fervor religioso, pues nos despertaban con rezos y nos acostamos rezando, aunque tengo que reconocer que para mi era muy tedioso esos rosarios interminables que rezabamos incluso antes de desayunar y que hacia que se me cerraran los ojos y que me llevara de paso algunos golpes de las monjas. Si pulsas aquípuedes ver la iglesia donde hice la comunión en mi autobiografia. De mis seis libros, es la que mas se ajusta al cien por cien a mi realidad vivida, los demás solo son ficción.

Ahora de mayor y después de ver tantas veces a los niños de las madrazas rezando el Corán de forma mecánica, me retrotraigo a esos días en los que veo el paralelismo entre ambas religiones. De niño rezas de forma mecánica sin entender el significado de lo que rezas. La ventaja para los católicos es que nuestros rezos son mas cortos y a estos niños musulmanes les obligan a rezar por horas y a aprenderse de memoria todos los textos religiosos...

Me gustó con seis años que me ofrecieran ser monaguillo pues ya sabia por otros anteriores de su ventaja a la hora de comerme las ostias en una etapa de postguerra donde se pasaba tanta hambre, pero eso en nuestro comedor, porque en el de las monjas no faltaba de nada. También el acceso que tenía al riquísimo vino que utilizaba el cura para convertirlo ¡en la sangre de cristo¡.La imaginaciòn no tiene limites.

Con quince años, estando ya en el otro internado, tenia una gran fé, hasta el punto que fuí a hacer unos ejercicios espirituales y se me metió en la cabeza estudiar para sacerdote, Ahora se que si lo hubiera echo con la mente tan critica y complicada que tengo, no solo me hubiera vuelto ateo antes, si no que hubiera aborrecido con toda mi alma la religión. Pero todo lo que he vivido en torno a la religión católica, ha sido un caldo de cultivo para volverme tan critico y cuestionarme no solo todo lo relacionado con mi fe, si no con cualquier otra fe de las que se procesan.

En todas esas discusiones en la que me enfrasco conmigo mismo, unas veces me situo de parte del fiscal acusador y otras de abogado defensor de las partes en litigio que tratan de ganar por su cuenta las cuestiones que yo mismo planteo...Por un lado me enfado conmigo por criticar de manera tan dura el comportamiento de la iglesia y los supuestos testigos influidos directamente por el espíritu santo con los que venden a los representantes religiosos. Y cuando condeno tajantemente a la religión, por tantos representantes pederasta y otras lindeces a las que hacen objeto a los que tienen que proteger, me paro y me digo que la culpa es de ese individuo y no de la fe a la que representa.

Pero como defiendo a un papa que se aparta tanto del mas profundo sentido de la humanidad y cuyos intereses se centran más en el poder económico,  Proverbios 21:6 dice: "Amontonar tesoros con lengua mentirosa, es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte".
Proverbios 22:16 dice: "El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias, o que da al rico, ciertamente se empobrecerá". Los papas se convirtieron en depredadores de las riquezas de otros pueblos y para ello tuvieron que tener sus propios ejércitos o financiar a mercenarios que asesinaran y ocuparan territorios para saquearlos y aumentar su gran patrimonio...

La primera vez que empecé a cuestionarme la realidad de la religión, fue en mi viaje de boda cuando visité Italia y la ciudad del Vaticano, me fue muy difícil asimilar la impresionante riqueza que allí había y la deslumbrante ostentación de la que hacían gala...los textos religiosos están lleno de buenas intenciones de las que no se hacen eco los lideres religiosos.

Ángel Reyes Burgos

Dioses y religiones, perdiendo la fe.

Hoy me embarco en un nuevo libro con una temática que siempre he soslayado por su complejidad y por mi respeto a todas aquellas personas que tienen una profunda fé...Espero que mis opiniones no les afecte pues solo esta escrito bajo una perspectiva personal por mis experiencias y diferentes estudios. Pero no duden que como todo lo que escribo, lo hago con gran respeto y de corazón. Si me pudiera cambiar por aquellos que creen, lo haría sin dudarlo

Me considero a caballo entre el ateo y el agnóstico, quizás porque la barrera entre ambos se diluye o porque tengo de ambas cosas. El ateo niega la existencia de Dios y el agnóstico considera inaccesible para el ser humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende o va más allá de lo experimentado o experimentable. La verdad es que ignoro si existe un dios, aunque no siempre fue así. Mi problema al cuestionarlo, empezó cuando me di cuenta lo preocupante que era que mi religión y otras que estudiaba y sobre todo sus lideres estaban muy lejos de cumplir con lo que predicaban.

La mayoría de nosotros, crecemos en un entorno donde prevalece una religión determinada y es en ella a nivel familiar donde tenemos los primeros contactos y enseñanzas que se prolonga a través de nuestra formación en el colegio y las universidades. Es por eso que tenemos una impronta marcada cada uno con el dios con el que hemos crecido.

Todo parece fácil mientras no tenemos la capacidad de hacernos preguntas o no cuestionamos las enseñanzas que nos han dado. Pero las cosas se complican cuando empezamos a tener una percepción clara de esas enseñanzas, que claramente está en contraposición con la forma de actuar de los religiosos, de las instituciones religiosas y de las riquezas de que hacen ostentación y que esta en franca discordancia con las bases religiosas centrada en la contención del lujo y de una vida más espiritual como nos enseñan los diferentes libros de todas las religiones.

Cuando un individuo crece y contempla en nuestro caso y en otros, el lujo y la riqueza del patrimonio que tienen sus iglesias, mientras el apenas puede comer y sus lideres religiosos viven a todo tren, no tiene más remedio que replantearse que algo no esta bien. Al principio no queremos enfrentarnos a esos dilemas porque estamos tan influenciados por las enseñanzas y el miedo que te meten desde pequeño, que puedes sentir que es una afrenta a dios y el miedo al castigo divino con el que creciste, te hace seguir con los ojos cerrados sin querer pensar en la realidad de lo que es la religión.

Quizás ahora que soy adulto, puedo hacer una retrospección y recordar todo lo que he vivido desde pequeño que me educaron entre curas y monjas y liberado del miedo que me metieron, pueda recordar y hablar sobre todas las barbaridades que he podido contemplar en el seno de la iglesia católica y de otras religiones que he estudiado y que todas tienen un denominador común, solo persiguen el dinero de aquellos afiliados para hacerse cada vez mas poderosas.

Me mueve el alma la cantidad de sacerdotes pederastas que hay y me pregunto, ¿como es posible que un cura que cree supuestamente en dios, haga estas cosas?...No son cosas que actualmente veo en las noticias, las viví en el colegio interno que estaba aunque tuve la suerte de no tener personalmente esa experiencia. En el caso de otra religión como la musulmana, está lleno de barbaridades de abusos infantiles aceptado por la sociedad. Ya hice referencia a Mahoma que quería tener relaciones con su sobrina con cuatro años, lo justificaba diciendo que se puede disfrutar con una niña pequeña siempre que no la penetres hasta que tengas al menos nueve años...Pero que barbaridad...Pueden leer la entrada pulsando aquí

Si quiero aclarar, que a mi personalmente me encantaría seguir creyendo y no negar la existencia de dios por culpa de esos millones de religiosos e instituciones que de forma dictatorial, quieren acapararte para su beneficio...me gustaría seguir creyendo a pesar de todo, en que hay un ser superior, aunque yo lo haya perdido...

Esta entrada pertenece a mi nuevo libro Dioses    y religiones, que comparto aquí por ser una reflexión.

Ángel Reyes Burgos