Agradecimiento de cumpleaños...


Tengo este cumpleaños un agradecimiento muy especial a mis tres hijos, que a pesar de mis errores jamás me juzgaron y volcaron todo su cariño sobre mi haciéndome sentir un privilegiado como padre al tener a esos tres campeones que me llenan con su respeto y cariño...

También quiero agradecer a esa gran mujer que lleva nueve años a mi lado, mi crayolita, porque sin su apoyo y amor, mi vida se hubiera encontrado vacía y a esta edad me sigue haciendo sentir un chaval joven y enamorado y eso no tiene precio. Gracias mi vida por estos años a mi lado y sobre todo por haberme enseñado a amar de nuevo y entender que en el amor lo único importante es dejar el egoísmo a un lado y centrarse en hacer feliz a la persona amada...

Este año no es un cumpleaños más para mi, después de casi cuarenta años, de nuevo sé de mi extensa familia y ya no me siento huérfano, Fueron muchos años pensando en ellos sin saber nada y gracias a estas nuevas tecnologías los pude encontrar de nuevo. Quiero agradecer con todo mi corazón este reencuentro en el que han volcado todo su cariño hacia mi y a pesar del tiempo recuerdan con mucho cariño nuestros encuentros en Linares, como yo le digo, mi patria chica.

¿Que puedo pedir más en este cumpleaños?

Si tan llena tengo mi vida
y me tienen tan lleno de amor
que sanaron ya las heridas
de mi humilde corazón.

No afronto retos dolosos
que en esta nueva andadura
no hay lágrimas en mis ojos
sintiendo vuestra ternura.

¿Acaso no es de agradecer?...
que teniendo en mi vida cariño
yo dejé de padecer
sintiéndome como un niño.

Hijos, novia y familia
en esta tercera edad
sintiendo sus frescas brisas
en mi corazón están...

Entre tus brazos...

A veces no encuentro las palabras suficientes que te hagan llegar lo que mi alma siente cuando pienso en ti, esa sensación que siento cuando te tengo en mis brazos y parece que caigo en una espiral profunda donde me precipito en el abismo de tus ojos negros.

Rozas con suavidad tus dedos dibujando mis labios y los míos tiemblan esperando ese instante en que tus besos me alcanzan y yo pierda la noción del tiempo.

Te beso y mis manos te acarician con una ternura infinita la piel de tu rostro, tu cuello es una delicia cuando te estremeces y mis ojos no pierden detalle mientras miro la felicidad de los tuyos, ese torbellino en el que caigo girando hacia el interior de tu hermoso corazón, me fundo contigo y allí desaparezco del mundo y de mi mismo para integrarme contigo.

Pierdo totalmente la noción de la realidad cuando nuestros labios hacen el amor, cuando nuestras lenguas bailan en esa danza húmeda de pasión y entrega y en nuestro alrededor ha desaparecido todo vestigio de vida por que cuando tu me besas, no hay más vida como la que siento entre tus brazos...  

A mi hijo MIguel, amor y romanticismo...

Que puede haber para un padre que llene más de satisfacción que la felicidad de un hijo...y como poder agradecer a esa persona que es el pilar donde se sustenta su felicidad...

Tendemos a pensar en las parejas de ahora están carentes de amor y romanticismo, pero al ver esta foto de mi hijo Miguel Ángel y de su novia Lorena, siento que está ambientada en una película romántica al mas puro estilo cenicienta moderna, donde los decorados forman parte de paraísos tropicales y la sonrisa es un equipaje que los acompañan de forma permanente.

Soy muy observador y me entristece ver por las calles a los matrimonios o novios que llevan reflejado en sus rostros el estigma de la indiferencia y en muchos casos de la agresividad clavada en sus pechos que se reflejan a través de sus profundos ojos consumidos por la falta de amor.

Entonces...como no pararme a mirar esta foto y sentir tantas emociones, como no quedar maravillado de esa sonrisa y como no sentirme afortunado como padre el que sea precisamente mi hijo el que disfrute de esa compañía y también no puedo dejar de lado la suerte que tiene Lorena de tener a un compañero tan especial. Me gustaría poder vivir otros veinte años más y tener la oportunidad de que esta foto se actualice en su madurez con tanto amor y romanticismo...

Y que mis ojos os vean...

La voluntad de vivir, reflexión

Si hay alguna persona en este mundo que me haya echo reflexionar y muchas veces cambiar mi actitud ante los problemas de la vida, sin lugar a dudas es este gran hombre, Stephen Hawking.

Hace unos quince años, me lo encontré en la planta primera de El Corte Ingles del centro de Sevilla y lo admiraba tanto, que para mi fue como un encuentro cercano en la tercera fase...me extraño cruzarme con el sin que hubiera nadie cerca, no veía enfermeras o guardaespaldas aunque imagino que por orden suya permanecerían lejos de él, quizás como un signo de humildad...nadie intentó detenerme cuando me paré a su lado para decirle solo un hola que casi no salió de mi garganta y el me correspondiera con una breve sonrisa.

He pasado por muchas vicisitudes en la vida y algunas tan graves en las que he deseado dejar de existir y son esas experiencias las que me hacen admirar a este hombre, el deterioro físico que tiene desde hace muchos años, no han mermado sus ganas de vivir ni su capacidad de trabajo, esa voluntad suya es admirable y es la que nos falta a muchos para superarnos ante los problemas de la vida.

Su estado físico que ha ido empeorando con los años y que lo tienen atado a una silla de ruedas prácticamente inmóvil y necesitando de artilugios para poder comunicarse con los demás, a través de esa central espacial que parece su silla, no han tumbado a esta prodigiosa mente que incluso después de jubilarse, sigue con su ritmo de trabajo de siempre.

He pensado muchas veces en el, cuando las dificultades me han hecho tambalearme y me he puesto físicamente en su lugar para hacerme esta pregunta...si tengo al cien por cien mi capacidad física, tengo muchas más ventajas que este hombre para conseguir lo que quiera, ¿donde está lo que me falta?...
Por supuesto en mi actitud y en mi mente, porque salvando la distancia en cuanto a inteligencia de este señor con la mía, hay algo que a mi y a muchos nos falta, la voluntad de vivir, que es la que hace que cualquier problema por grabe que sea lo podamos sortear para dedicarnos a hacer florecer en nuestras mentes lo mejor de nosotros mismos y de nuestra creatividad...

Amor a México...

A veces me he parado a pensar, el por que de mi cariño tan especial a México, enseguida recuerdo mi niñez y esas películas que veía de este entrañable Cantinflas y sus deliciosos y humanos personajes, envueltos en la pobreza tal como estaba España, pero con ese corazón dispuesto siempre a ayudar y donde el personaje del cura, era tan necesario como la ostia consagrada...
Aunque niño, creo que todos percibimos esas cosas de la vida incluso en las películas...

Otro de mis recuerdos, está en ese centauro del desierto que cuando cantaba me transportaba en el torrente de su voz por los desiertos mexicanos cabalgando codo a codo con su sombrero y silbando a las adelitas que al paso nos salían para tirarnos besos, o así lo veía yo, pero quizás los besos solo fueran para el señor Fernandez y yo los asumía como míos.

Esos son recuerdos de mi juventud que se quedaron grabados en mi pecho, pero cuando mejor empecé a conocer y querer a México, fue hace ocho años al encontrar una dulce mexicana de Monterrey, desde entonces es mi novia y la Adelita de mis películas...
Y digo bien conocer México, pues aunque no he tenido la oportunidad de ir allí para empaparme de su aire, si he viajado por todo el país a golpe de ratón...  

Me he perdido pocos lugares por que allí donde viajaba Conchis, volaba con google siguiendo la ruta de sus viajes y me paraba en cada población para conocer su gente, sus costumbres, historia y gastronomía. Y los lugares de México donde ella no viajaba, mi experto ratón buscaba las rutas del México de los constructores de esas otras pirámides y culto a los dioses por donde me perdía solo...

No me pregunto por que quiero a México, solo se que lo llevo en la piel...